El asunto es que además de todo lo necesario para el viaje, llevamos una importante cantidad de equipos audiovisuales y de observación que necesitábamos transportar en condiciones adecuadas.
Así que, de cara a nuestra próxima excursión (bajaremos hasta el trópico de Cáncer para conocer la fauna del Sáhara y luego regresaremos a Marruecos) de dos meses de duración hemos optado por amueblar la zona de pasajeros.
Los tres módulos se unen entre sí para que sea fácilmente desmontable para civilizar el carro.
Primer módulo.
Este sirve para dividir la zona de pasajeros y maletero. Va sujeto a los dos puntos ya presentes en el maletero y a los dos puntos de anclaje de los respaldos mediante tensores de acero. Además, para conseguir más estabilidad, también va fijado a la reja divisoria mediante bridas metálicas.
La balda superior está destinada para sujetar tripodes los dos huecos verticales servirán para cables de recarga, en uno, y botas de repuesto el otro.


MÓDULO 2.
Este mueble con cajón está destinado a temas eléctricos. Abajo batería de servicio y espacio para el infierno de cargadores de todo lo que llevamos. Espacio central, informática en una de las maletas y en la otra temas de higiene y limpieza. En el cajón cargadores, baterías y cables.


MÓDULO 3.
Equipos audiovisuales y de observación.

Está construido en contrachapado de 10mm, que es la madera más resistente y ligera para algo así. El conjunto pesa 23,9kilos.
Está primero tratado con producto anti bacterias (evitar daños por posible humedad) y luego tres capas de barniz al agua.
Le he puesto mucho cuidado en el acabado pulido de las maderas, fundamental para poder eliminar el polvo, tierra y manchas con un simple trapo húmedo.
Mañana lo monto. Prometo segunda parte.