450 kilómetros de sierra y piedras.

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JMB
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450 kilómetros de sierra y piedras.

Mensaje por JMB » 25 Ago 2021, 13:37

6 días (+2) y 5 (+2) noches. 450 (+150) kilometros de pistas.
Las sierras de Javalambre y el Maestrazgo y las llanuras desérticas del norte de Teruel, los escenarios.

Hace unas semanas mi pareja y yo nos tomamos unos días de vacaciones -lo que supone que no haya vídeo- y nos fuimos a disfrutar de la naturaleza. Ibamos a hacer la ruta Transteruel, que originalmente empieza y termina en Alcañiz, pero que al ser circular puedes incorporarte donde quieras. Nosotros lo hicimos en Riodeva, el punto más al Sur de la ruta y más cercano a nuestro origen, a unos 320 kilómetros del punto de partida. ¿Cuánto se puede tardar en hacer 320 kilómetros? Nosotros lo hicimos en 20 horas. De ahí las cifras entre paréntesis del comienzo del párrafo. La razón de tanto retraso es sencilla: salir de Madrid, atravesar todo Cuenca y llegar a 100 kilometros de Teruel, SIN tocar ni una autopista es muy, pero que muy, complicado. Nosotros lo conseguimos, pero saliendo a las 5 de la tarde la primera noche la tuvimos que hacer en un pinar al poco de salir de la Comunidad Autónoma de Madrid.

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...en un pinar, pero con buenas vistas al sur.

Hacia la una del día siguiente llegamos al punto elegido para incorporarnos a la ruta. En este punto, y no antes reseteé el contador del TH 4xe con el fin de comprobar cuantos kilómetros podría hacer en funcionamiento eléctrico circulando por pistas. Al final ira el dato, que es, como poco sorprendente.
Riodeva está a los pies de la sierra de Javalambre. Tierra dura donde las haya, fría y de alturas y valles profundos. La pista es buena, ancha, pero muy pedregosa.
Tras pequeño paseo por el nacimiento del Deva y comida ligera, continuamos la ascensión a Javalambre. Esta sierra y sus paisajes son de los más agrestes de España. El viento constante, el suelo de pizarra, la ausencia de llanos le otorgan tanta belleza como dureza. Pero todo ello también hace que ni en agosto te cruces con un alma, a excepción de tres pastores, y que el lugar sea idóneo para la instalación de un observatorio espacial. HAce 15 años estuve trabajando por la zona en un tema relacionado con la Guerra Civil y recordaba los paisajes perfectamente por la impresión que me causaron.


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Primeros kilómetros de ruta con Riodeva al fondo.

Una vez que te mueves por cumbres, sobre los 2000 metros, tendimos a olvidarnos del mapa y hacer un poco de navegación visual y con la brújula del coche. El observatorio espacial, la estación de esquí y un par de hitos como referencia. Si, dimos vueltas, pero nos facilitó llegar a puntos increíbles.
El viento se hacía cada vez más intenso y las temperaturas bajaban a pesar de ser Agosto. El tiempo volaba y nos lanzamos a buscar un sitio donde acampar. Una pequeña vaguada nos cobijó del viento lo suficiente como para optar por pasar allí la noche.
Y durante la noche pasó algo bastante sorprendente. He visto a muchos zorros y los he visto cazando, defendiendo su territorio, jugando, con cachorros, tiñosos, jóvenes y adultos, pero nunca jamas uno se había pasado más de 10 minutos ladrándome a menos de diez metros. Pasado ese tiempo, se alejó mientras seguía protestando por nuestra presencia. Un par de mochuelos ponían también de su aprte a la banda sonora.


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Los impresionantes paisajes de las cumbres de Javalambre.


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Sierra de Javalambre y observatorio espacial al fondo.

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Dispuestos a comernos Teruel.

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1ª Noche en la ruta.

2º Día.
Mientras apuraba el te del desayuno veía un rebaño de oveja y cabra bajando por una colina al fondo de la vaguada, a unos tres kilómetros. El, sin duda, pastor manejaba una pickup que al bajar por el camino a la izquierda de la colina se le veía ir especialmente despacio. Para cuando Antonio, que así se llamaba el jovencísimo pastor, estaba a a nuestra altura, nos comentó que el camino que teníamos por delante había sufrido mucho con las tormentas de final de junio y que no nos lo recomendaba. Que hacía dos días el mismo había rajado una de sus falken y que con su amigo (con el que más tarde iba a tomar unos huevos con morcilla en un aprisco) tardaron más de 4 horas en cambiarla dada la inmclinación del terreno. Nos dió una alternativa para salir por una larga pista hasta Sarrión. Aún así, nosotros intentamos una terdcera vía dejando la montaña a nuestra izquierda. Antes de adentrarnos en una angosta garganta, en una paridera cercana a nuestra pernocta vimos al mochuelo que nos alegró la noche.
La garganta, con algunas trialeras curiosas pero no difíciles, salvo cuando el agua hacía su aparición, terminaba en un valle de altura, en apariencia cerrado, que hacía las veces de grandísimo corral. El suelo, de hierba fresca y fango pisoteado por las numerosas vacas era suficientemente disuasorio para lanzarse a lo desconocido en espera de encontrar una salida. Media vuelta y a la salida del cañón supimos que las vacas eran la de del colega de Antonio -el de los huevos con morcilla- y allí estaban los dos. Los carea del amigo de Antonio manejaban a las vacas como si fueran ovejas, y los cinco perros movían el ganado con asombrosa precisión y rapidez. Un espectáculo. Tras un rato de charla, optamos finalmente por ir para Sarrión. Una vez en el pueblo respostamos gasolina (hay muy pocas opciones de llenar deposito en Teruel, así que siempre hay que rellenar), cargamos agua, compramos algo de comida e iniciamos ruta. La pista iba endureciéndose cada vez más. Llegamos a un enorme canchal por el que apenas se podía entreveer la pista. De allí salimos por una larguisima rampa descendente de lajas afiladas de piedra con las consabidas rieras. Solo dabamos gracias a que eso fuese cuesta abajo y no de subida. Recordaba que recogiendo info sobre la ruta, un Grancherokee preparado hasta las trancas había reventado la dirección en este tramo.... circulando despacio. La tortura terminó cuando la arena de rio empezó a tomar el protagonismo y los pinos limitaban el camino. Siempre divertida la arena... hasta que frente a ti aparece un hundimiento de la pista de unos 80 centímetros de profundidad y dos pinos han caido encima a causa del corrimiento. Un autentico e irremediable bloqueo de pista. Media vuelta y si: canchal para arriba. Mi compañera, mientras tanto buscaba alternativas. Había dos: carretera de tercera (unos 25 kilómetros) o una pista paralela a un rio. Pista paralela al rio. Que frescor. Enter álamos y chopos una pista fácil que cada vez se iba haciendo mas angosta. Y un poco más, y ya van los retorvisores plegados. Y derepente, cuando desesperabamos, el camino se amplió hasta hacer una pequeña rotonda tapizada de hierba y con un gran ólmo en el centro. ¿Alegría? no: ese espacio era para dar la vuelta ya que el rio se pegaba a la montaña de roca y el camino terminaba. Media vuelta y ya manejando la idea de quedarnos en algún claro dentro de las choperas a dormir.



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Cuando las pistas se estrechan.

La opción carretera era la única. Rubielos de Mora, Mora de Rubielos (con parada de la Guardia Civil para echar un vistazo al caracolillo) y por fin retomamos pista para llegar a un lugar de acampada sugerido.




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El ritual de montar la tienda





3er Día.

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Fuet, algo dulce y te ahumado: fuerza para toda la mañana. Y siempre con vistas apabullantes.

La ruta se adentraba en el Maestrazgo. Que locura de espacio. ¡Y que verde es Teruel incluso en agosto! El firme sigue siendo guijarro y los ascensos y descensos se recrucenden. Toda la mañana salvando unos desniveles de más de mil metros. Toda la serranía salpicada de magníficas masías abandonadas que hablan de tiempos más duros pero cuando las montañas rebosaban de vida humana. Ahora rebosan de vida silvestre. En una charca seca cerca a la masía de la foto pude ver huellas de zorro, comadreja, un mustelido mediano, cuervo, una rapaz y un fantástico, precioso y escasisimo gato montes.


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La tristeza de las preciosas construcciones en abandono




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"Me parece haber visto un lindo gatito... montés"

La ruta continuaba con continuas rampas y por lugares maravillosos, pero por pistas fantásticas a un que pedregosas. Quizá el día que más paradas breves hicimos para admirar el paisaje.



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Lo último que necesita la amortiguación son mis 80 kilos en canal sobre el tren trasero.

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Y si te aparecen mallos a cada paso el paisaje se hace inconmensurable

Tras vadear un riachuelo nos incorporamos a una pista mucho mas civilizada que pronto desembocaría en un merendero bastante poblado. Hora de comer... pero.... demasiada gente. Sin pararnos seguimos el track, que nos saca de la pista principal a mitad del merendero. A la izquierda 5 o 6 conductores de todoterrenos medianos y SUV nos miran y dejan la mesa para mirar a ver por dónde nos metemos. Medio minuto más tarde ya sabíamos la razón: ante nosotros una rampa de apenas 200 metros que tardamos en subir 40 minutos por las afloraciones rocosas. Todo un ejercicio de guiado de mi compañera, que fue la que hizo la parte difícil. El 4Xe me descubrió entonces que el par del motor electrico trasero hace las funciones de reductora, ya que al entregarlo todo desde cero puedes estar a tan solo 1500 vueltas del gasolina pero con el electrico regalandote el par de sus 60 caballos. Sin acelerones y de manera uniforme (dentro de lo posible, claro) pachín pachán, subimos la trialera. Sin duda la parte difícil del camino.
En el siguiente vallejo, otro arroyo no brindó la posibilidad de comer a solas (ensalada de tomate con ventresca de bonito ahumada en casa), darnos un bañito y luego fotografiar una buena cantidad de magníficas libélulas.


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¿Qué tendrá en el ojete esta libelula para que la llamasen calopteryx haemorrhoidalis

SINQUERER HE PUBLICADO ESTA HISTORIA, ASÍ QUE TENDRÁ QUE HABER UNA SEGUNDA PARTE.

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Renegado Jim
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Re: 450 kilómetros de sierra y piedras.

Mensaje por Renegado Jim » 25 Ago 2021, 14:03

Preciosas fotos y preciosa cronica, gracias por compartir! 👍🏻
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David_A_A
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Re: 450 kilómetros de sierra y piedras.

Mensaje por David_A_A » 25 Ago 2021, 18:11

Impresionantes vacaciones, impresionantes fotos. Gracias!

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JMB
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Re: 450 kilómetros de sierra y piedras.

Mensaje por JMB » 25 Ago 2021, 18:58

CONTINUACIÓN.

Tras la comida la pista llegó a convertirse en algo semejante a una carretera y subía a un régimen muy fuerte. Arriba nos esperaba Puertomingalvo, que además de ser un pueblo precioso, presume de ser el ayuntamiento situado a mayor altitud de España, título que ya vi hace años a la entrada de Trevelez, Granada, hace años. Allí cargamos agua. Un chorrito mínimo te enseña mucho sobre la paciencia cuando tienes que cargar 50 litros. Al doblar la sierra el paisaje cambia de manera abrupta y ahora la excepción son las masas arboladas.

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La sobria belleza de Puertomingalvez.

Una pista sencilla, por fin, que desemboca en una carretera local. Hasta esta jornada no había deseado tanto llegar al lugar de pernocta, así que no dudamos en ir directamente a la sugerencia hecha por el autor del track, que a su vez debía estar en una situación parecida tras tener que reparar su coche e ir a un taller improvisado. Probablemente obtuvo la dirección gracias a alguna app de campers, ya que en el lugar había una furgo con dos chicas. Aprovechando las capacidades del renegade nos alejamos todo lo posible, montamos campamento, cenamos y yo prácticamente me desmayé. ¡Qué día!

4º Día.

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Uno no llega a acostumbrarse a despertar en sitios así.

El 4º día de ruta suponía llegar al momento en que teníamos que hacer un corte sobre la ruta original y evitar subir hasta Alcañiz. Atajariamos en rumbo Oeste, pero para eso aún quedaba bastante.
Mientras tanto regresamos al frescor de los bosques y las alturas del Maestrazgo.


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Esa sensación de ir de altura en altura, y tiro porque me toca.

El día y la ruta comenzaron muy tranquilos y así siguieron. Pude descansar a la hora de comer ya que le toco cocinar a mi pareja (un riquísimo rissoto) e incluso pude echar una siesta. El sitio elegido, con magníficas vista, era la pradera frente a una de estas frecuentes masías abandonadas, en esta ocasión abierta a un impresionante valle, en el que una pareja de águilas reales, una de 3 años y otra de 4, se entretenían expulsando a un halcón abejero de su territorio. La ruta continuó y nosotros seguimos ampliando experiencias sorprendentes y las granjas abandonadas dejaron un hueco para encontrarnos una hermita abandonada. En ella un arbol había aprovechado el hueco de la bóbeda caida y por ella crecía recto y fuerte.


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Águilas reales en esa edad en que pierden un poco su gallardía con plumajes cambiantes.


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Ermita con árbol.

Andábamos ya navegando por nuestra cuenta. Con el atajo nos comíamos exactamente un día sobre la ruta original. La idea era pernoctar en ese atajo y hacia el medio día del día siguiente estaríamos de nuevo en la pista. Tenemos la ruta, en rumbo, y todo teóricamente funcionaría.. siempre y cuando no nos topasemos con un camino cerrado o demasiado para las posibilidades de nuestros coche. Por lo pronto subimos y subimos y nos encontramos con ganado en extensivo cuyos cuernos no dejaba duda sobre los orígenes de su raza, más cercanos a una película ambientada en Arizona que a una ganadería maña. Por el momento todas las cercas se podían abrir y cerrar, pero cada metro que subíamos la pista se complicaba.



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mejor esperar a que se mueva.

Todo iba como iba hasta que llegamos a un punto cerrado. La alternativa nos empuja a un camino roto de verdad. Tanto es así que tronchar recto por un cortafuegos ascendiendo directamente, con lo que eso supone de firme y el porcentaje de ascensión, era una alternativa más alagüeña. Muy a mi pesar, salimos de pista e invadimos el cortafuegos. Arriba, cumbreando toda la sierra va una pista sorprendientemente recta y llana. Es tiempo de buscar dónde hacer noche.

5º Día.

El día de la gran sorpresas.
Por la mañana seguimos por nuestro atajo, hasta empalmar con la ruta que nos lleva a una carretera. Pero antes de entrar en ella un cartel muy triste pone "mirador". Sin más. Nada invita a seguir un cartelito que señala en dirección contraria y que además avisa de 2,5 kilómetros. Pero allí vamos.
Bendita decisión. Ante nosotros se abre el valle más espectacular, con dos gargantas verticales. Abajo, huertos rodeando un precioso pueblo llamado Pitarque. Y en el aire, en el aire un sueño a la altura de nuestros ojos. Buitres y un solitario alimoche buscan la primera térmica de la mañana . Los vemos ascender a escasos metros. En toda su gloria y con sus 260 centímetros de envergadura.



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El eden de Pitarque.


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Durante unas horas soñé con vivir en Pitarque


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Leonado a la altura de los ojos.


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Alimoche, "el buitre sabio que decía Felix, en peligro grave de extinción

Tras hacer la excepción y bajar a conocer esa maravilla de pueblecito y tomarnos un almuerzo, regresamos a la ruta desandando lo andado. El paisaje de nuevo cambia y regresamos a pistas deserticas ya en dirección sur. La comarca estaba surcada por numerosos cursos de agua, algunos caudalosos como para que la ola de agua al vadearlo subiese por encima del capó. Sin duda muy entretenido. La comida la hicimos en un arroyo bajo un chopo de muy buena edad.



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Teruel, comarca desertica, agosto... sorprende.

Tras una entretenida charla con un agricultor que nos avisó 4 veces (cuatro) que no ibamos a poder subir por el camino, que el dejá su coche arriba porque no se atreve y que el renegade no podrá, decidimos no hacer caso a sus avisos. El se queda mirando, claramente esperando ver el desastre. No entendiamos nada, el camino, salvo por su angulo de escalada, no parecía tener ningún problema. Al final lo entendimos todo: el tipo tenía ahí su Opel Astra de 20 años aparcado. Lo que necesitaría un poco más de estudio es como considerar ambos coches como en el mismo rango de capacidades. Definitivamente estábamos ya en una zona más acorde con lo que mucha gente entiende como "pista en Teruel". Un canchal de altura cuya pista descendía hasta que las piedras desaparecían en pro de los cultivos.


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Tras atravesar un último bosque que rodeaba un cercón de caza, instalamos el campamento, nos dimos una ducha, desplegamos la tienda y... el viento comenzó a soplar con fuerza. Tanto era así que si no había nadie en la tienda está tenía una alarmante tendencia a plegarse. Sabía que podía ponerle un viento o esperar a que cuando se marchase el sol el solano cesaría, pero la sola idea de que no fuese así nos empujo a darnos un respiro y ir a Monreal para buscar alojamiento. El problema es que el sol estaba ya n el horizonte y teníamos que bajar hasta el llano por un camino que distaba mucho de ser una pista rápida. En la penumbra del bosque claramente me faltaban luces. Una carrera contra reloj en lo que último que tienes que hacer es correr. ¡Y que desastre de hostal!

6º Día.
El desayuno servido en mesa supo a lujo parisino.
Retomamos ruta. Por desgracia teníamos que elegir entre seguir hasta Riodeva y cerrar el círculo y regresar a Madrid con prisas o abandonar en Teruel y emplear 24 horas para llegar a casa. La idea de después de andar con tanta calma -relativa- meterse en una autopista nos espanta, así que optamos por seguir la ruta hasta Teruel, allí buscar un lugar tranquilo para comer y después continuar por la mítica N420 (Tarragona-Córdoba, pasando por ciudades como Cuenca, Teruel o Alcañiz). Aún nos quedaba pasar una agreste serranía, una vez más con los neumáticos comiendo piedra, pero con una naturaleza desbordante.

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Esta pequeña cabra montesa estaba muy sorprendida de encontrarnos

La carrasca una vez más dio paso a los espacios abierto. La marcha por el laberinto de caminos agrícolas históricos es de todo menos rápida. Una madeja de lana después de jugar un cachorro de gato es menos liosa. A nuestra ruta apenas le quedan 50 kilómetros y nos damos cuenta que no hemos fotografiado el coche. Este es el momento.

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De repente llegamos a una charca artificial de uso ganadero a las afueras de un pueblo. A la vista solo tres árboles y nada más en kilómetros a la redonda: el sitio perfecto para ver toda la potencia de la naturaleza. ¡Agua abundante en mitad del desierto!



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¿Realmente puede haber vida en un sitio así?

Nos juramos no sobrepasar la media hora de parada en ese lugar... y claro, no pudo ser. Aquello era un milagro de la naturaleza.



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Anax imperator, la libélula más grande de Europa.


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Cupido minimus, en nombre común Duende oscuro, llenaban las orillas de la charca.



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Coenagrion Sp cabalgando una Natrix maura o culebra viperina.

Tras dos horas fotografiando más de 20 especies entre anfibios, oficios, insectos y aves, pegamos el tirón final y hacia las 2 de la tarde abandonábamos la ruta a la entrada de Teruel.
Habíamos hecho 564 kilómetros de los cuales, aproximadamente, 450 lo fueron sobre pistas.
Y llegamos al tema de las capacidades híbridas del coche. Al comenzar teníamos 60% de baterías lo cual nos permitía unos 30 kilómetros de alcance... sin contar con la excelente capacidad híbrida del coche.

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Sin recargar ni utilizar el generador del motor, el Renegade TH 4xe fue capaz de recorrer 250 kilómetros en conducción eléctrica.

Aún quedaría regresar hasta madrid, a nuestro ritmo, incluyendo una noche más antes de llegar a Cuenca y sin pisar autopista.

Si quereis ver un vídeo sobre la ruta, comenzando en Alcañiz, os dejo este video de unos grandes overlanders.



TERUEL EXISTE Y ES VERDE EN AGOSTO.

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Re: 450 kilómetros de sierra y piedras.

Mensaje por JMB » 25 Ago 2021, 19:02

Gracias @Renegado Jim y @David_A_A . Ahí va la segunda parte.

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Re: 450 kilómetros de sierra y piedras.

Mensaje por Renegado Jim » 25 Ago 2021, 19:05

Una vez mas, gracias por las espectaculares fotos y la mas que entretenida y detallada cronica 👌🏻
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Re: 450 kilómetros de sierra y piedras.

Mensaje por IgSanSu » 25 Ago 2021, 19:27

Geniales vacaciones y espectaculares fotos 👍👍
caminos y mucho barro

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Re: 450 kilómetros de sierra y piedras.

Mensaje por JMB » 25 Ago 2021, 20:31

Renegado Jim escribió:
25 Ago 2021, 19:05
Una vez mas, gracias por las espectaculares fotos y la mas que entretenida y detallada cronica 👌🏻
Pues mil gracias de nuevo! A ver si ponemos este apartado en movimiento!

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Re: 450 kilómetros de sierra y piedras.

Mensaje por GS Dan » 25 Ago 2021, 23:21

Una crónica estupenda. Pero la foto de la culebra con pasajero me tiene asombrado. Muy buen viaje!

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Re: 450 kilómetros de sierra y piedras.

Mensaje por SpikeJeep » 26 Ago 2021, 11:48

@JMB Preciosos paisajes de unas tierras injustamente olvidadas, y a ese Renegade se le ve como pez en el agua en su hábitat natural.
Enhoeabuena por el reportaje. 👍🏼

P. D. Lo cortés no quita lo valiente.
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